martes, 13 de diciembre de 2011

Mundo de oprobio

Buscaban a Dios sin querer encontrarlo,
amaban con miedo, se ahogaban de sed.
Yo a la sed la cubría con sombra,
viviendo de fuentes ajenas
entre faros intermitentes.
Doce segundos, brillo sin fuerza,
y otra vez sed, triste bucle.

La soledad es el cáncer de invierno,
la pretensión solo un arma,
pero es tan fácil arrastrarse
y morirse de sed,
es tan fácil tragarse las ganas,
ahondarse en si mismo,
que apenas quedan actitudes inconformes,
ya no es rentable saber.
-querer saber también me vale-

Se pasan los tiempos
de labios sonando a sorpresa,
de esos que sirven coartadas.





viernes, 9 de diciembre de 2011

Génesis

Hablábamos de aprender a vivir
pasando los días de igual manera.
Atrapábamos lunas de callejón,
contábamos astros, constelaciones...

¿Te acuerdas de haber sentido miedo?
Yo no lo tuve, estábamos juntos,
ahogaban la prensa con muertes,
con guerras, con crisis,
y mi ventana lucía siempre la misma ciudad.

Volvía a sentirme un niño
mirando esos grandes ojos,
no eran azules, cargaban ojeras,
los años pesaban, y sin embargo,
los encontraba perfectos para vivir.

Nadie nos salvaría,
ni siquiera nuestro ánimo,
nos entregábamos dóciles
al devenir más casual,
agonizando Diciembre,
sin más defensa que la música,
la sed de alcohol,
las noches incapaces de frenarnos,
víctimas del deseo.

Recuerdo haber crecido tanto...
Todo acabó como empezó,
pero con más ímpetu de lo normal.

Tuve todo lo que quise,
nada lo necesitaba.

Era el comienzo de ser lo que soy.



martes, 6 de diciembre de 2011

Fjazz


Diciembre en bruto, festejo en ciernes,
luces tiñiendo un fin de otoño,
consumiéndose entre frágiles latidos.

Mi corazón supo de inviernos,
los tiempos pasan, sueños perdidos,
no hay ganas de fijarse en la cartera,
los maniquís del centro no parecen
tristes por la imagen que me deja este fin...

Consumo amarga, cariño alegra,
con Sonny Rollins, Parker Charles,
comparto copa, las cuatro y media.

Cuento mujeres por bares en los que bebo,
como alma en pena, ya de pre-enero,
montando planes imposibles me retiro.

- Aun no son horas, se acuesta pronto soledad.
- ¿Y qué...?


sábado, 3 de diciembre de 2011

Amor de lata

La gente ya no quiere amarse,
duermen todos, nadie grita.
El miedo al daño, al descontrol,
cambió las formas,
y ahora no hay lunes, no hay mediasnoches,
ya no se pone el Sol
o nadie mira ya hacia arriba.

Vírgenes de trama, belleza inerte,
días sin atardecer, ojos sin brillo,
la espera acabó arrugando
cada instante, cada amapola,
ofensa a un cuerpo de piel
marchitándose a solas consigo mismo,
sin más pasión que hablar de espera...

Mas yo, paseo inconforme,
tiritando, inalterado,
creyéndome digno mortal.
Quiero morir perdiendo.

Morir tal vez
tras un idilio en las cocheras,
o un rechazo en Ribadeo,
dando un abrazo a un policía
por querer divagar,
o tras perder a una princesa
que acabó por no aguantarme.

No me importa.

La espera acaba en la muerte.

Yo, quiero al morir cerrar los ojos,
contar las piernas, las ilusiones,
las lágrimas, y sonreir,
sabiendo que entendí la vida
cual sinusoide de felicidad,
de vértigo, de caos, y pérdida.